Las máquinas de tragaperras tipo B podrían estar en peligro en el territorio español

El sector del juego privado en España está conformado por diferentes elementos que han permitido que la industria permanezca en constante crecimiento, pero al parecer, según un importante miembro del sector, hay un pilar que está debilitándose.

Alejandro Landaluce se desempeña como el actual director general de Cejuego, y ha considerado que las máquinas tipo B en el territorio español han experimentado una fuerte caída en los últimos años.

Cifras desalentadoras

Según el vocero, desde el año 2008, los números han descendido en un índice del 35% en las tragaperras, por lo que, España está afrontando quizá la posibilidad de la extinción de este tipo de máquinas. Pero a pesar de esta fuerte caída, estas continúan siendo una de las más destacadas en el sector del juego, ya que, su presencia es muy habitual en bares y casinos, convirtiéndose casi en un elemento tradicional y clásico en cualquier lugar.

Existen múltiples formas en el que el juego puede proporcionarle a los usuarios acceso a una plataforma segura y sólida, pero posiblemente serían las tragaperras las que estarían sufriendo el más duro golpe a nivel de atención en un promedio de 10 años.

El hecho de que los ingresos hayan caído en un índice de 35%, deja mucho que pensar, abriendo un espacio para el debate y el análisis de cuáles son las características que definen a las máquinas tipo B, debido a que sus ingresos hayan decaído en casi una década.

Este escenario desfavorable para las tragaperras ha generado que al menos 60,000 dispositivos de tragaperras presenciales hayan desaparecido en el territorio español. Actualmente, el número de tragaperras registradas en el territorio alcanzan los 199,417. Es posible que el sector de apuestas online haya comenzado a sustituir a esta sensación de estar sentado frente a una máquina de tragaperras y poder sentir la emoción de jugar en un equipo tradicional.

Tanto la música integrada y su la iluminación, se han convertido en una pieza clave de cualquier casino o bar, en los cuales podemos encontrar estas máquinas en los rincones menos esperados.

Pero la realidad es muy cruda para los fabricantes de máquinas de tragaperras, ya que, a pesar de que existen modelos que han tratado de refrescar esta atención hacia estos dispositivos, parece que estos aparatos están siendo abandonados en los establecimientos españoles, sufriendo de un descuido masivo y cayendo en el desuso.

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Causas del declive

El Consejo Empresarial de Juego, ha expuesto algunos datos recientemente, vinculados a la facturación de estos dispositivos que son conocidos en la industria como las máquinas B, cuyos números han descendido de una manera vertiginosa, tomando en cuenta que, en 2008 los ingresos generados por las máquinas de tragaperras alcanzaban los 4400 millones de euros.

Actualmente, la cifra se ha reducido a 2880 millones de euros, una cifra nada favorable y poco alentadora para quienes continúan apostando a este sector y a la fabricación de las máquinas de tragaperras.

Según los múltiples análisis de Alejandro Landaluce, está caída masiva en la facturación de las máquinas de tragaperras se debe a dos causas específicas. Destaca el cambio significativo que está afrontando el sector, el cual parece estar diversificándose y convirtiéndose en múltiples alternativas para apostar y jugar.

Las nuevas formas de juego que han surgido en los últimos años, han impactado negativamente en las tragaperras, por lo que, es importante destacar que las formas de ocio en el mercado español, también están transformándose.

La sociedad cambia, las tendencias van evolucionando, y parece que el mercado de las tragaperras, parece haber caído en un estado de estancamiento desde hace 10 años, ya que, los intereses de los actuales jóvenes parecen no estar demasiado enfocados en los juegos de apuestas y azar.

El análisis de Landaluce es certero, y destaca que la caída del interés en este tipo de entretenimiento parece estar asociado al hecho de que los clientes que hace 10 años mantenían a la industria con cifras absolutamente atractivas, hoy se han convertido en clientes más maduros que ahora estarían vinculados a los bares.

El directivo acota de manera paralela que el descenso no puede desvincularse del hecho de que la bajada excesiva en los ingresos que están generando las tragaperras en los casinos también se debe a la fuerte crisis económica que ha afrontado España, así como también las consecuencias de la ley anti humo.

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La presencia de las tragaperras

Según los análisis, los bares tienen una importancia significativa en la evolución de la forma en que las tragaperras son vistas por el mercado. Actualmente, un 80% del número de las tragaperras existentes en el territorio español están instaladas en el área de la hostelería. Esto representa 160,000 de las 199,417 máquinas B actualmente operativas, por lo que, al analizar la recaudación de estas tragaperras, se obtiene un valor de 1140 millones de euros al año.

El resto de las tragaperras, se encuentran repartidas en salones de juego, bingos y casinos. Es inevitable que la caída de los ingresos generados por estos dispositivos desemboque en la desaparición de un volumen importante de ellos, ya que, a partir del año 2007 comenzó el descenso en el número de máquina tragaperras, pues disminuyó en al menos 60,000 máquinas.

Basta con analizar estas cifras para pensar en que las tragaperras podrían encontrarse en una encrucijada donde su desaparición podría ser evaluada como una posibilidad.

Aunque siguen siendo un aparato que se vincula como la primera fuente de ingresos del sector del juego privado, estamos en tiempos en los cuales existen transformaciones en su composición.

Cuando se comparan las cifras del año 2007 y el 2017, se obtiene una diferencia del 64% que representaba del total, contra el 54% con respecto al valor final.

El director de Cejuego comenta que las máquinas de hotelería son un producto muy maduro y es lógico que tengan una evolución acorde, pero también es cierto que el sector está innovando continuamente. Pero a pesar de esto, no todas las noticias afectan de manera negativa a las máquinas, ya que, sus ingresos han mejorado en 5%, aunque aún que dista mucho de los datos de 2007.

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